¿Sabías que puedes propagar muchas de tus plantas favoritas en agua? Sí, así es. Este método, conocido como propagación acuática, es fácil, eficiente y puede ser muy divertido. Pero, ¿cómo se hace? Aquí te lo explicamos en 4 pasos esenciales.
Paso 1: Selección de las plantas
No todas las plantas son adecuadas para la propagación acuática. Algunas de las que mejor se adaptan a este método son el pothos, la monstera, el ficus o el filodendro. Una vez seleccionada la planta, debes cortar un tallo de unos 10-15 cm con un par de hojas saludables.
Paso 2: Preparación del agua
El agua que utilices para la propagación es crucial. La más recomendable es el agua de lluvia o el agua destilada. Evita el agua del grifo ya que puede contener cloro y otros productos químicos que pueden ser perjudiciales para las plantas.
Paso 3: Colocación del tallo en el agua
Coloca el tallo en un recipiente con agua, asegurándote de que las hojas no toquen el agua para evitar la podredumbre. Coloca el recipiente en un lugar cálido y con luz indirecta.
Paso 4: Cuidado y mantenimiento
Cambia el agua una vez a la semana y asegúrate de que la planta recibe suficiente luz. Observa con regularidad las raíces y, una vez que hayan crecido lo suficiente, puedes trasplantar la planta a la tierra si lo deseas.
Una tabla con el resumen de estos pasos sería:
Con estos cuatro pasos, podrás propagar exitosamente tus plantas en agua. Recuerda que cada planta es un mundo y que puede necesitar cuidados específicos.
